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miércoles, 10 de febrero de 2010

Plantación de lentejas. Día 0

Vapuleado por la última hornada de exámenes, he querido dar un poco de color a mi triste existencia.


Me he propuesto adquirir unas cuantas obras de arte, todas ellas pop art, para decorar las paredes de mi apartamento. Empezaré por un par de creaciones warholianas: concretamente, la banana más famosa del mundo y la sopa de tomate Campbell's. Además, para darle más vidilla al salón, había pensado en hacerme con la chica del lazo en el pelo, de Roy Lichtenstein.

Y como hobby, me he decidido a plantar lentejas.

De todos es conocida la verdefilia/hidrofilia latente en los españoles que habitamos la zona sur de España. Ante la frondosidad de los bosques y la claridad de los ríos en los paisajes norteños, se nos ilumina la mirada y abrimos la boca con gesto de asombro, como niños ante una tienda de juguetes. Particularmente, también comparto esta filia con mis paisanos levantinos, y disfruto viendo como la naturaleza lo envuelve todo con un radiante y luminoso manto verde.

Pero nos ha tocado vivir en un marco bastante árido, y ver crecer cosas, no digamos ya cosas verdes, no es algo habitual. Cuando llueve durante un par de días y aparece una fina capa de musgo en la tierra de los jardines, debo reconocer que me excito.

Sin embargo, la vida surge hasta en los lugares más insospechados, y es capaz de brotar de un simple algodón húmedo en un tarro, y con inusitada virulencia. ¿Lentejas mágicas? No. Simplemente lentejas.

Y hete aquí mi nuevo entretenimiento. Observar cómo crecen las lentejas.

Diariamente iré colgando la evolución de mis lentejitas. Cuando ya sean adultas y tengan sus patitas, las trasplantaré a una maceta de Ikea que ha quedado libre. Por supuesto, no pretendo alimentarme de ellas. Soy incapaz de comerme cosas que he cuidado con esmero. Pero quizá la coneja sí que vaya dando cuenta de mi buen hacer como agricultor amateur.

Comienza ahora el experimento que casi todos los niños han realizado alguna vez, con la salvedad de que este niño va camino de los 30 años y no piensa dejar que su creación se pudra y se marchite en una semana.

Bienvenidos a FarmVille 3.0.

1 comentario:

Unknown dijo...

Quién no ha hecho ese experimento una vez en su vida colegial!!

Apoyo totalmente la vuelta a la infancia y sus proyectos.

Mis ánimos para tí y tu lenteja