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lunes, 31 de diciembre de 2007

La noche más vieja del año

Hoy es el último día del año, la última mañana que paso rezongando por casa este 2007. Mañana sólo será un día más en el calendario y no cambiará absolutamente nada, pero parece que esta noche sea especial por algo que no alcanzo a comprender demasiado bien. Sólo se trata de tirar un calendario viejo e inservible para sustituirlo por otro actualizado, pero este simple hecho hace que la gente se vuelva loca por festejar no se sabe muy bien qué.

En fin, que este año ni hemos pillado una casa rural con jacuzzi, ni nos hemos ido a celebrar que tiramos el calendario viejo a algún recóndito lugar que rime con ocho, ni nos aprestamos en su momento a adquirir entradas para apretujarnos en alguna fiesta con sandwiches rancios de queso junto a una muchedumbre enfervorecida. Este año invadimos la casa de Mar y veremos los toros desde la barrera. Desde la tranquilidad de su hogar iremos estudiando cómo se van desarrollando los acontecimientos y qué es lo que nos deparará la noche.

De momento, ya nos hemos abastecido de cerveza alemana, Huesitos y galletas del Príncipe de Beukelaer. Tenemos en mente llenar la bañera de hielo y depositar ahí las cervezas, para que cada vez que vayamos a mear, podamos repostar. No sabemos la opinión de Mar al respecto, pero creo que mejor será eso que poner un cubo con hielo en mitad del salón. Todo se andará.

Así pues, este año toca patear las Tascas. Ya sabemos que es una puta mierda, y que va a haber más gente por allí que españoles hay en Amsterdam, pero la vida es así de dura. De momento, parece que nos encaminaremos hacia Syldavia, uno de los pocos antros que aseguran entrada libre durante toda la noche. Y es que no nos dignaremos a pagar ni un solo céntimo para que la muchedumbre nos aplaste y nos robe los abrigos. A partir de ahí, todo será cuestión de ver qué otros locales nos garantizan un nivel aceptable de empujones y música chabacana al menor coste. Coste cero, a ser posible.

Como podéis ver, la noche no presenta grandes espectativas, más allá de los problemas de alcoholismo que nos puedan proporcionar los fabricantes de Franziskaner y Paulaner.

Esperemos que la noche más vieja del año, allí donde mueren todos los meses y días de 2007, nos depare muchas sorpresas agradables.

En cualquier caso, os deseo a todos un Feliz Año Nuevo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que anticipaste fielmente lo que iba a ser la noche, excepto por lo de "muchas sorpresas agradables"
:P

Feliz año!!!

Paumania dijo...

Desgraciadamente, lo que aquella noche aconteció estaba escrito y era bien legible. Una noche más, que al menos no nos costó más de 10 €. Desde luego, la última que voy a las Tascas, por muchos astros que se puedan alinear de nuevo.