Anoche tuve una experiencia onírica de lo más enriquecedora.
Sería que me encontraba ya aproximadamente en mi segunda fase REM, un poco antes de que llegaran a mi ventana las primeras luces del alba, cuando mi mente me deleitó con uno de esos momentos inspiradores. Un sueño de esos que te iluminan, que te hacen pensar que ganarás un Premio Planeta por plasmar tus pesadillas en papel.
Era una de esas experiencias, que por extraña sabes que no puede ser real. Un sueño de esos en los que sabes que estás soñando, y una parte de tu mente, la que empieza a despertar, te pide a voces que tomes nota de todo lo que se trajinan tus neuronas cuando nadie mira. Nadie excepto tú. Y fui un privilegiado.
Nada más despertar, la historia fue tomando forma en mi cabeza. Y era buena. Muy buena. Una de esas historias inenarrables, llenas de un brutal realismo. Una historia desgarradora. Una historia creada a partir de la nada por mi yo onírico, pero que consiguió arrancar una lágrima de mi yo somnoliento y sorprendido.
Era tan real que la escena se hacía carne en mi imaginación.
Tengo el marco, tengo la historia, tengo un gran final. Por tener, tengo hasta el título: 'El diente de león'.
Ya estoy trabajando en ella.
Imagenes ocultas
Hace 4 años
3 comentarios:
Quiero un borrador ¡ya!
Secundo la moción. Si no un borrador, al menos la sinopsis.
Sinopsis. Narración en primera persona del sufrimiento de un padre de familia palestino afectado por la barbarie israelí en la franja de Gaza.
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